Cada año, ONU Agua, establece un tema para celebrar el Día Mundial del Agua (22 de marzo). El de éste año es “La respuesta está en la naturaleza” y nos invita a la reflexión de cómo la naturaleza puede ayudarnos a superar los desafíos que plantea el agua en el siglo XXI.

El agua es un elemento esencial del desarrollo sostenible. La optimización de los recursos hídricos y energéticos en el sector del riego juegan un papel clave en su gestión, ayudando a reducir la proporción de agua dilapidada y aumentando su reciclaje.

Afortunadamente el sentido y la responsabilidad con el medioambiente, ha calado de forma importante en nuestra sociedad y la preocupación por la falta de agua y la sostenibilidad forma parte, cada vez más, de nuestras prácticas a la hora de limitar su gasto en el riego del jardín.

En el mercado, existen productos y soluciones prácticas e innovadoras para regar con eficacia y precisión.

Las más básicas, como regar en horas de poco calor, apagar los apersores con viento y realizar riegos espaciados y profundos, son ampliamente conocidas por el común de los profesionales y usuarios. Pero la aplicación de éstas medidas combinadas con el uso de tecnologías, nos permitirá mantener el jardín verde sin que la factura del agua se desborde.

Para poder tomar medidas para ahorrar agua en los sistemas de riego, debemos cumplir los siguientes pasos:

1. Contar con sistemas de automatismo, en los que se pueda saber fácilmente la dosis de riego que se está aplicando
2. La instalación de sensores de lluvia y de suelo; para determinar si debe o no permitir que el programador inicie el riego, lo que reduce el despilfarro de agua y maximiza la eficacia de su sistema de riego
3. Usar los ajustes porcentuales para ajustar la dosis de riego a las necesidades de las diversas estaciones del año.
4. Tener sensores de caudal, que sean capaces de detectar y reaccionar ante averías y roturas, y que nos informen de ello
5. Y, finalmente, que se pueda centralizar su manejo

Estas medidas de ahorro son especialmente importantes en el sureste España, ya que en zonas como Murcia, Alicante o Vega Baja existe una escasez de agua considerable, hasta en épocas de intensas lluvias.

Los cinco pasos anteriores son un proceso que se puede recorrer en diversas etapas, ajustándose al presupuesto disponible en cada momento. No tiene que ser nada difícil y complicado, está al alcance de todo el mundo.

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